Una vez llegamos a Somport y montamos las bicis y sus correspondientes alforjas empezamos a bajar el puerto, de Somport a Canfranc lo bajamos por carretera, pero una vez en Canfranc nos metimos por el camino aragonés, grabe error, pues al ser poco transitado por los peregrinos, no esta muy cuidado. La senda es muy estrecha, hay demasiados escalones de madera o piedra que te hacen bajar de la bici, etc.
Después de una hora o así nos empezó a llover, al ir bajo los arboles no nos mojamos demasiado al principio, pero al rato, empezó a llover con fuerza y cogimos de nuevo carretera, es entonces cuando vimos una caseta de madera en la que nos pudimos refugiar de la lluvia. A las dos horas o así dejo de llover y el cielo estaba más o menos despejado, entonces aprovechamos para seguir bajando, pero comenzó a llover de nuevo y nos tuvimos que refugiar de nuevo de la lluvia, esta vez en un pueblo, en la casa de verano de una pareja de ancianos que muy amablemente nos proporcionaron cobijo, toallas y hasta nos ofrecieron algo de comer. Después de un rato largo de nuevo, cogimos carretera y llegamos por fin a Jaca, fueron 36KM eternos, ambos estábamos empapados, desilusionados y con pocas ganas de seguir y ademas, mi padre que nos había acercado hasta Somport seguía en Jaca visitando a la familia, entonces no propuso de regresar a casa he intentarlo más adelante. Pero yo tenia claro que o lo hacia ahora o no lo haría nunca, o al menos ya no este año.
Así pues nos dirigimos al albergue, y de nuevo tuvimos otro contratiempo, pues cobraban 10€ por persona, una salvajada para lo que era, pues no había ni sabanas ni desayuno ni nada del otro mundo. Pero es lo que había, y era eso, abandonar o seguir al siguiente pueblo con las nubes amenazando lluvia.
Y así fue el primer día, pocos kilómetros, cansados de la lluvia y según las noticias, nos esperaba una semana entera de lluvias, por suerte, no nos llovió mucho más, solamente a mitad de viaje bajando el puerto de La Pedraja , y el penúltimo día en Melide.