Octavo día del camino. Nos levantamos, desayunamos en el albergue y sobre las 7 de la mañana salimos de Castrojeriz con destino Sahagún, a unos 90km.
Durante esta etapa todo el terreno es llano por lo que no tenemos problemas de puertos ni nada por el estilo, bueno, en realidad si que había uno al principio pero sólo nos afectaba si seguíamos por el camino pero decidimos rodearlo por carretera, pues estaba al principio y no era cuestión de cansarse para nada, menos aun si en su cima no hay nada que ver.
Este día no hay mucho que contar, la verdad, de echo, sólo hice dos fotos y fueron del albergue de Sahagún, esto es así ya que no paramos más que para almorzar y a la una ya habíamos llegado a nuestro destino. Nos hizo gracia el haber cruzado Palencia de lado a lado en media mañana, y sobretodo, lo llana que fue, al menos por donde fuimos.
Una vez en Sahagún fuimos a dejar las alforjas al albergue y después fuimos a un taller para que nos mirasen a los tres las bicis. Al argentino los cambios, al zaragozano una sirga de los cambios, y a mi ajustarme el eje de la rueda trasera que se había corrido casi por completo a un lado y en el otro lado no había superficie de apoyo.
Después de eso, regresamos al albergue para dejar las bicis ya arregladas y nos fuimos a comer un menú de peregrino a un bar de la zona. De primero una buena paella de marisco, de segundo filetes de pollo con patatas, tarta de la casa y bebidas aparte del café con hilo : P
Una vez reposado ya todo, fuimos a buscar otro bar pero ya con una buena pantalla y nos vimos el partido de Argentina. Y ya a la noche, con compañía de Raul, un madrileño, y Sofia, de Suecia, creo, fuimos a ver el partido de España.
Al día siguiente se nos uniría Raul, sin embargo, el iba fresco pues llevaba solo un par de días, y pronto lo perderíamos, literalmente.